1.- K.h. Meng
Nací hace 60 años en Seúl. Actualmente soy doctor en Medicina y ejerzo como decano de Graduate School. Estoy graduado en la Catholic University Medical School in Seúl, posteriormente realicé estudios doctorales en la rama de Epidemiología en Estados Unidos. Soy el vicepresidente para Asia de la Federation of Catholic Medical Associations
El primer caso de SIDA en Korea apareció en 1985; en el año 2000 se detectaron 230 nuevos casos, con lo que el total de infectados en mi país asciende a 1.500 personas. La mayoría de los contagios es por razones sexuales, en gran parte de los casos tienen entre 20 y 30 años. Por fortuna, la transmisión vertical sólo supone el 0,2% de los infectados por el virus del SIDA. En Korea, todos los nuevos casos son registrados en un centro de salud público, basado en la Ley de Prevención del SIDA. Cuando se les presentan los primeros síntomas se les trata de forma completamente gratuita. El principal reto es conseguir alojamientos y puestos de trabajo para los enfermos.
El Doctor Meng deja como mensaje que la Iglesia sí está involucrada en la lucha contra el SIDA y abogo por crear Fundaciones contra el SIDA.
2.- Otto Jungo
Nací hace 72 años cerca de Fribourg (Suiza). Ejercí de médico facultativo, aunque ahora estoy jubilado Soy miembro del Comité de Doctores Suizos y fui delegado de la FIAMC en la ONU (Génova). Fui el secretario y tesorero de la FIAMC durante 33 años.
Han muerto 5.154 infectados con el virus del SIDA en Suiza desde 1983. Se ha registrado un descenso en el número de casos, pero en los últimos años ha sido más vago. La primera vía de contagio son los contactos sexuales.
El Doctor Jungo deja como mensaje que sólo la abstención en las relaciones sexuales homosexuales puede prevenir esta vía de infección del SIDA.
3.- John Lee (Singapur)
Soy doctor en Medicina y ocupo el cargo de presidente para Asia de la FIAMC. Nací hace 44 años en Singapur.
Tras el fuerte crecimiento de casos de infectados de SIDA desde que se detectó el primer caso, ahora se está produciendo un leve descenso. Existen 70 infectados por cada millón de habitantes, y es uno de los más bajos de la región. Más del 90% de las infecciones se produce por contacto sexual; en los cinco primeros años la mayoría se producía por contacto homosexual, pero cada vez registramos más casos fruto de relaciones heterosexuales. Pese a la mezcla de culturas occidental y oriental que se produce en Singapur, la visión del sexo es medianamente conservadora; la prostitución está prohibida. El caro tratamiento de fármacos para los enfermos no está cubierto por el Gobierno y es obligatorio notificar la enfermedad. El reto en Singapur es potenciar la abstinencia sexual y la fidelidad.
El Doctor Lee deja como mensaje que el condón no es la solución; de hecho, parte del problema es promover la cultura de la promiscuidad.
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